La comunidad del río Yurumanguí, en Buenaventura, está en alerta máxima por la creciente turbiedad del río, que comenzó el 7 de octubre. A pesar de que la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) envió una comisión investigadora el 13 de octubre, los resultados de la evaluación aún no han sido comunicados a los habitantes, generando incertidumbre y preocupación entre los afectados.
La Armada Nacional también ha anunciado que llevará a cabo una operación para identificar posibles puntos de minería ilegal que podrían estar afectando el río Yurumanguí, una de las principales fuentes de agua de la región. La comunidad, que ha luchado por mantener el estado natural del río frente a diversas amenazas externas, ahora enfrenta una grave crisis que pone en peligro su sustento y su salud.
De las 13 veredas que forman parte de la cuenca del río Yurumanguí, solo una cuenta con acueducto. La mayoría de los habitantes depende del río para su consumo diario de agua, lo que incrementa la urgencia de resolver la problemática. La comunidad ha emitido un comunicado exigiendo al Gobierno la implementación de infraestructuras que garanticen agua potable para todas las veredas de la región.
Entre las principales demandas, los líderes comunitarios han solicitado la creación de una mesa de trabajo para abordar la situación ambiental y sanitaria que afecta no solo a Yurumanguí, sino también a otras cuencas hidrográficas de Buenaventura. Esta mesa permitiría dar seguimiento a las investigaciones y establecer medidas concretas para la protección del río.
La Alcaldía de Buenaventura ha sido llamada a incluir acciones específicas dentro de la declaratoria de emergencia, que permitan atender la crisis ambiental y sanitaria en Yurumanguí y en las demás cuencas del Pacífico. La falta de agua potable y la contaminación del río son problemas que requieren una respuesta inmediata de las autoridades locales y nacionales.
La comunidad de Yurumanguí sigue esperando respuestas y acciones contundentes que aseguren la protección de su río y la preservación de su forma de vida. El río Yurumanguí no solo es una fuente de agua, sino un símbolo de la resistencia y el futuro de los habitantes de esta región del Pacífico colombiano.
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