La familia de Omar Victoria, un joven oriundo de Buenaventura que falleció mientras se encontraba privado de la libertad en una cárcel de Esmeraldas, Ecuador, ha logrado finalmente repatriar su cuerpo y darle cristiana sepultura en su tierra natal. Tras una ardua gestión diplomática y una lucha constante por obtener los permisos necesarios, sus familiares lograron traer de vuelta los restos de Omar, poniendo fin a semanas de incertidumbre y dolor.
El sepelio, que se llevó a cabo en Buenaventura, estuvo marcado por la profunda tristeza de sus seres queridos, quienes aprovecharon la ocasión para hacer un llamado público por justicia. «Omar no merecía morir en esas condiciones», expresó un familiar visiblemente afectado durante el funeral. La familia ha denunciado que las condiciones en las que estaba recluido en Ecuador habrían contribuido a su deterioro de salud y, eventualmente, a su muerte. Ahora, exigen que las autoridades investiguen lo sucedido y se determinen responsabilidades.
Durante el proceso de sepelio, otras madres de Buenaventura se unieron al duelo, no solo para solidarizarse con la familia de Omar, sino también para alzar la voz en nombre de sus propios hijos, quienes también se encuentran privados de la libertad en el extranjero. Estas mujeres, al igual que la familia Victoria, expresaron su desesperación por la falta de contacto con sus seres queridos y pidieron al gobierno colombiano y ecuatoriano que se les permita cumplir sus condenas en Colombia debido a sus frágiles condiciones de salud.
«La situación de nuestros hijos es muy delicada. No sabemos cómo están ni si reciben la atención médica que necesitan», declaró una de las madres presentes en el sepelio. En medio de su dolor, solicitaron que se analice la posibilidad de trasladar a estos ciudadanos colombianos de vuelta a su país para que puedan terminar de cumplir sus condenas en condiciones más humanas y cercanas a sus familias.
La situación de los presos colombianos en cárceles extranjeras, especialmente en países como Ecuador, ha sido una preocupación constante para las familias de Buenaventura. Muchos denuncian que las condiciones en las que se encuentran sus seres queridos son inhumanas, agravadas por la falta de acceso a atención médica y la lejanía de su entorno familiar. «Pedimos que se considere su repatriación antes de que sea demasiado tarde», afirmó una de las madres, quien teme que su hijo corra la misma suerte que Omar Victoria.
Por su parte, organizaciones defensoras de derechos humanos en la región han comenzado a trabajar en la visibilización de estos casos, buscando sensibilizar a las autoridades y a la opinión pública sobre la difícil situación que enfrentan estas familias. En tanto, la familia Victoria y las demás madres afectadas seguirán luchando, con la esperanza de que sus pedidos de justicia y humanidad no queden en el olvido.
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